YAHVE ES UN EXTRATERRESTRE SIMPLEMENTE

 

Hola amigos de Basketcantera:

Una consideración y repito, para mayor comodidad los textos que publiqué el otro día

  1. A) Consideración

En principio yo diría, como sostienen los rabinos, que la Biblia tiene setenta caras y que es como una cueva de ladrones donde cada uno puede encontrar lo que quiera, y si encuentran ovnis y me dan razones convincentes, yo lo aceptaría como historiador.

La cuestión radica en que se parte del supuesto de que los textos bíblicos de este estilo, y otros parecidos, son verídicos; fueron redactados así porque los autores que los compusieron creían que todo era verdad. ¡Se está contando algo verdadero, por lo cual yo puedo deducir exclusivamente que solo se equivocan en la interpretación del hecho, pero que el hecho ocurrió. Eso está claro, ¿no? Porque si ustedes me dicen «Es que estos textos no son en absoluto verídicos», yo digo «Apaga la luz y nos vamos». Porque si no son verídicos, no hay ovnis en la Biblia. Es decir, si se tratase de textos legendarios, inventados por la imaginación humana, sería estúpido que gente educada del siglo XXI intentara encontrar algo que no puede hallarse en el texto, porque, por hipótesis, no es verídico. Por tanto, para habilitar cierta argumentación tenemos que admitir, como hipótesis, que el texto, o los textos, son verídicos de alguna manera, solo que —repito— puede ocurrir que haya una mala interpretación de ellos. Pues bien, ¿cómo interpretaríamos, si fueran verídicos, estos textos de los capítulos 13 y 14 del Libro del Éxodo que transcribo?

  1. Yahvé iba en una nave espacial
  2. Exodo 13,21-22

 

Yahvé iba al frente de ellos, de día en columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en columna de fuego para alumbrarlos, de modo que pudiesen marchar de día y de noche.22 No se apartó del pueblo ni la columna de nube por el día, ni la columna de fuego por la noche.

 

  1. Exodo 14,19-20

Se puso en marcha el Ángel de Yahvé que iba al frente del ejército de Israel, y pasó a retaguardia. También la columna de nube de delante se desplazó de allí y se colocó detrás, 20 poniéndose entre el campamento de los egipcios y el campamento de los israelitas. La nube era tenebrosa y transcurrió la noche sin que pudieran trabar contacto unos con otros en toda la noche.

 

 

Los textos hablan de la presencia de Yahvé –o el “Ángel de Yahvé, que es lo mismo, pues en esta época se usaba indistintamente la expresión– a su pueblo manifestada en una nube y una columna de fuego que acompañaba a los israelitas por el desierto. Se afirma que esta teofanía era en realidad un ovni, visible por todos claramente. De ello debemos deducir que o bien Yahvé, el Dios de los judíos, cristianos y musulmanes, pedía prestado a los extraterrestres una nave espacial para causar un efecto también especial en sus criaturas a las que deseaba guiar por el desierto, o bien Yahvé es un extraterrestre que posee su propia nave extraterrestre también. Esta segunda hipótesis, supongo, sería la preferida, pues el texto dice que Yahvé mismo era el que se manifestaba a sí mismo como nube o fuego. De donde se supone también que toda la Biblia, Antiguo y Nuevo Testamento, un texto inspirado por la divinidad, ha sido generada por un extraterrestre, Yahvé, que con sus oráculos e historias ha intervenido de manera tan colosal en nuestras vidas que las ha controlado ideológicamente hasta hoy.

 

Igual deducción puede obtenerse del texto nº 2: Moisés es visitado por Yahvé que viaja en una nave espacial. Los efectos son iguales a los del primer pasaje ya comentado: Yahvé se presenta como nube y como fuego, luego Yahvé está con su nave espacial dictando la ley a Moisés. A Yahvé propiamente no se lo ve, sino a su nave de nube y fuego. De nuevo debe deducirse que ese extraterrestre es el verdadero autor de la ley judía o ley de Moisés.

(Seguiremos)

Saludos,

Antonio Piñero

1 comentario en «YAHVE ES UN EXTRATERRESTRE SIMPLEMENTE»

  1. ::::::::
    El carro de fuego del profeta Elías
    ::::::::
    Empalmo antes con las consideraciones que hice el día pasado: Mi conclusión era que ese texto inspirado que transcribí el día anterior (Éxodo 13,21-22; vuélvase a leer por favor) por la propia divinidad ―Yahvé―, que durante miles de años ha movido innumerables almas y que ahora tiene más de tres mil millones de creyentes ―entre cristianos, judíos y musulmanes―, nos obliga a admitir que Yahvé, con sus oráculos e historias, es un extraterrestre que ha intervenido de manera tan colosal en nuestras vidas que ha controlado ideológicamente a todo el mundo occidental hasta hoy. Yo creo que la deducción es impecable.
    Y ahora vayamos a otro pasaje que creo interesante para nuestro tema. Es de 2 Reyes 2,11-12, y dice:
    Iban caminando mientras hablaban —iban caminado dos, Elías y Eliseo—, cuando un carro de fuego con caballos de fuego se interpuso entre ellos; y Elías subió al cielo en el torbellino. Eliseo le veía y clamaba: «¡Padre mío, padre mío! ¡Carro y caballos de Israel! ¡Auriga suyo!». Y no lo vio más.

    Evidentemente, quien secuestra a Elías es un carro de fuego enviado por Yahvé ―según los defensores de esta interpretación―, y nos encontramos con lo mismo: este Yahvé, o bien tiene su ovni, o bien ha pedido prestada una nave espacial. Sea como fuere, ese Yahvé secuestra al profeta Elías por medio de un ovni y lo eleva al cielo sin darle muerte.

    El problema de interpretar así este pasaje es que el mismo Yahvé, que viaja en nave espacial, prepara durante siglos al pueblo israelita, suscitando en él la esperanza―que aparece sobre todo en el profeta Malaquías y luego en el Nuevo Testamento― de que ese Elías abducido volverá para allanar el terreno al salvador del Israel, el Mesías. Lo cual quiere decir que Yahvé durante todo este tiempo lo único que ha hecho ha sido engañar y generar falsas esperanzas en los judíos, mientras, a escondidas, mantiene a Elías retenido dando vueltas en una nave espacial.

    Por otro lado, como el Nuevo Testamento defiende que el espíritu de Elías es el que se aposentó en Juan Bautista para preparar el camino del Mesías Jesús ―véase por ejemplo, Lucas 9,7-8 (“Herodes, el tetrarca, oyó todo lo sucedido y estaba confuso porque algunos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; otros decían que Elías había aparecido, y otros que se había levantado un profeta de los antiguos”)―, este espíritu de Elías debió de bajar a la tierra por el mismo procedimiento, una nave espacial, y entrar en el cuerpo de Juan Bautista.

    Pero si admitimos esto, todas las historias del nacimiento y crianza de Juan Bautista, y de su vida en el desierto, desde donde se muestra a Israel, son un burdo engaño del evangelista Lucas, que las narra en el capítulo 1 de su evangelio.

    Estas serían otras deducciones que a mí me parecen igualmente impecables (como decía al principio) y tremendas si aceptamos el razonamiento que voy exponiendo…, que nos va a llevar a un precipicio.

    Antonio Piñero

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