LA VERDAD SOBRE LA RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO : PROFESOR PIÑERO VS ERUDITOS CREYENTES (18)

El catedrático en Egiptología Marcelo Campagno le pregunta su opinión sobre el rol de sus investigaciones, de su disciplina y de las humanidades en general en este convulsionado, y en más de un sentido embrutecido, mundo en el que nos toca vivir.

Y como colofón teniendo en cuenta que la expectativa de Resurrección era una resurrección global, al final de los tiempos, pero no una resurrección individual, que según el propio Marcos nadie entendía, qué significaba aquello ¿Esto no le da un carácter de verosimilitud muy alto ya que nadie tenía la expectativa de que eso pudiese ocurrir en modo alguno a nivel individual?

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Comentario del Profesor Piñero

No me he planteado nunca que mi investigación pudiera ser una respuesta a un mundo convulsionado, etc.

Sí me he planteado como una respuesta meramente técnica, desde un punto de vista solo filológico e histórico al hecho de que la investigación española está cerrada (naturalmente porque le va la vida en ello, incluso su puesto académico en una institución católica) a una respuesta filológica e histórica una cuestión tan importante como es la vida, personalidad, enseñanza, tendencia política etc. de Jesús de Nazaret y el nacimiento del cristianismo.

Y lo hago consciente de que el cristianismo forma parte esencial de la civilización europea y del influjo de esta en el mundo. La figura en sí de Jesús es apasionante porque debió de ser un hombre muy inteligente, muy dotado retórica y espiritualmente que atrajo a muchos partidarios.

Un hombre que dejó también una impronta tal en sus discípulos que al final acabaron creyendo, como ocurrió con otros humanos del mundo grecorromano, como Asclepio- Esculapio, que tenía poderes divinos.

El inicio de su leyenda nace del grupo de mujeres que le seguían, a la que no creyeron en principio sus compañeros varones. Y se formó siguiendo los cánones mentales de la época. Y si el recuerdo de Jesús no hubiese tenido la suerte de que uno de sus convencidos fue Pablo de Tarso (personaje también extraordinario con una fina percepción de cómo una parte de la religión de Israel podía ser la medicina espiritual que ansiaban grupos minoritarios, pero importantes de gentes dispuestas a todo con tal de salvar su alma), los seguidores de Jesús serían hoy mínimos, insignificantes en el mundo, si es que hubieran resistido el paso del tiempo.

Ahora bien, si a las cuestiones históricas y literarias, suscitadas por la vida y enseñanza de una figura histórica como la de Jesús de Nazaret, se le da una respuesta mezcla de historia, filología, sociología y teología (a saber, se admite que solo la fe da el último toque de comprensión de su figura, lo que comporta un cosmología especial; un Dios que envía a su hijo al tierra para morir; una resurrección y exaltación a los cielos, donde por medio del Espíritu Santo se transforma en señor y mesías completo) se convierte al personaje Jesús en Jesucristo, el cual ya no entra dentro de la historia sino de la teología y de la fe.

Ese campo no es el mío. Entiendo que una respuesta meramente histórica a la pregunta quién fue Jesús de Nazaret no satisface a ningún cristiano, y a menudo hace que su fe se tambalee. Lo acepto. Mas, por otro lado, construirse una figura mitad histórica mitad teológica como Jesucristo, sin preguntarse en serio por el Jesús de Nazaret de la historia tiene poco sentido.

En una palabra el creyente se ve forzado a llevar una doble vida intelectual. Por un lado el Jesús histórico. Por otro el Jesucristo de la fe, que tiene rasgos imposibles para la razón humana (acabará siendo la segunda persona de la santísima Trinidad), la cual ha de recurrir a la teología para  comprenderlas.

Y la teología no es mi campo, porque  además no sé casi nada de teología; solo un poco de lo que me he informado por mi cuenta.

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Teniendo en cuenta que la expectativa de Resurrección era una resurrección global, al final de los tiempos, pero no una resurrección individual, que según el propio Marcos nadie entendía, qué significaba aquello ¿Esto no le da un carácter de verosimilitud muy alto ya que nadie tenía la expectativa de que eso pudiese ocurrir en modo alguno a nivel individual?

RESPUESTA:

La ignorancia o no entendimiento de los discípulos respecto a Jesús, no solo respecto a su posible resurrección individual, no general, previa al Juicio Final universal, sino también en otros asuntos es un tema típico de Marcos para destacar la unicidad de Jesús como persona concreta, sin rival, que dejó profunda huella en sus discípulos, y para aclarar también la huida de los discípulos después de la muerte de Jesús en la cruz. ¡No entendieron nada!

Pero es en sí inverosímil que no entendieran a un Jesús, excelente maestro, experto en hacerse entender por las turbas gracias a su manera de hablar llena de símiles, ejemplos, parábolas, etc. Además, el evangelista Marcos dice en 4,10 que si algo no entendían los discípulos, Jesús se lo explicaba pormenorizadamente.

Por tanto, ese no “entender una resurrección individual” no era no entender la posibilidad de una resurrección de esa clase, ya que era una creencia común, sino que lo que no entendían es que siendo Jesús el Mesías tuviera que morir y luego resucitar.

Y que era una creencia común la posibilidad de una resurrección individual queda claro cuando Mateo dice en 27,252-53, que tras la resurrección de Jesús “muchos cuerpos de gente santa que dormía (estaban muertos) resucitaron y se aparecieron a muchos”. Por tanto, no es cierta la afirmación de  “que nadie tenía la expectativa de que eso pudiese ocurrir en modo alguno a nivel individual”.

 

A propósito de este último texto: no conozco a ningún exegeta que se crea lo que dice Mateo de que “muchos individuos piadosos resucitaron tras la resurrección de Jesús”. Lo atribuyen a una leyenda popular que recoge este evangelista. Por eso, y de igual modo, es posible no creer tampoco en las manifestaciones posteriores de que Jesús se apareció a muchos, como dice Pablo de Tarso en 1 Corintios 15,6 (Pablo recoge probablemente una tradición que ha oído)

 

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Por último:

El hecho de muchas versiones de un mismo hecho, ¿evita la posibilidad de un invento o es que todos inventaban como descosidos?

 

RESPUESTA

Eso de “inventar como descosidos” es una caricatura de mis respuestas anteriores. Jamás se me ha ocurrido esa idea.

He dicho ya mil veces que a partir de la experiencia de mujeres que seguían a Jesús, mujeres que sentían (explíquese como se explique psicológicamente) que él estaba vivo entre ellas, (del mismo modo que la mujer que ha perdido a un hijo siente a veces que él o su espíritu está muy cerca de ella, o un marido que ha perdido a su mujer; tengo la experiencia de un caso personal de un amigo que me explicaba cómo era totalmente así, como sentía a su mujer a su lado constantemente y que se comunicaba con ella, por lo cual le era imposible ni pensar siquiera en casarse otra vez), a partir de esa experiencia de las mujeres, repito, los varones acabaron creyéndolas y ellos también sintieron que Jesús estaba vivo a su lado.

Cada uno lo experimenta a su manera y cada uno lo cuenta a su manera. Pero para mí, como en el caso de mi amigo que sentía viva, a su lado, a su mujer muerta, y que ella hablaba con él, no significa que esa mujer, o Jesús, hayan resucitado realmente. En el caso religioso de Jesús esa experiencia, ya que Jesús era un individuo excepcional que había dejado una huella indeleble en sus seguidores, se convierte en una fe religiosa. Y como se convierte es otra cuestión, la del surgimiento del cristianismo.

 

Saludos cordiales de Antonio Piñero

www.antoniopinero.com

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