En el templo funerario de Seti I, se representan un Helicóptero, un submarino, un avión, un zepelín y una nave al estilo de platillo volante. La explicación oficial es pareidolia debido a retoques varios y a que los distintos jeroglíficos superpuestos dejan un palimpsesto original, sin más. Entra dentro de lo razonable y poco más que decir. Pero que en el mismo segmento , coincidan 4 artefactos del mismo tipo tecnológico, mientras no se han encontrado ni uno sólo con esa claridad en otros lugares de Egipto, elimina prácticamente la probabilidad de pareidolia.
Por si esto fuera poco, no existe ninguna prueba de que Ramses II borrase el nombre de Seti I para poner el suyo. Al revés, las hay al contrario. La relación de Seti I con Ramses era óptima, hasta el punto que le nombró corregente en vida. ¿Qué datos científicos hay para mantener la teoría de la pareidolia?
RESPUESTA DEL PROFESOR CAMPAGNO:
La curiosa situación del templo de Seti I en Abydos, en efecto, corresponde a la superposición de dos textos. Se rellenó el área del texto original (de Seti I) con una especie de yeso, sobre la que se inscribió un texto diferente (de Ramsés II). La erosión posterior permitió que aflorara parte del primer texto, quedando una especie de imagen superpuesta, al modo de los palimpsestos. Algunas de esas superposiciones generaron figuras raras, que han sido asociadas por semejanza (pareidolia) a actuales helicópteros, submarinos y hasta platos voladores tal como el imaginario contemporáneo los recrea. La imagen generada es esta:

Y en la imagen de aquí abajo se ven las dos series de textos que quedaron superpuestos:
Hay que notar que las superposiciones no se limitan a los «cuatro artefactos» sino al conjunto de los textos. Otras superposiciones en el texto (por ejemplo, a la derecha, donde los numerales del texto de Seti se superponen a los determinativos de países extranjeros del texto de Ramsés) no generan pareidolia pero son igual de claras, lo que alcanza para que el asunto no tenga otra interpretación posible.
El hecho de su extrañeza, precisamente, debería ser un argumento más a favor de descartar otras hipótesis. Si se tratara de una deliberada representación de helicópteros, etc., ¿cómo sería posible no solo que no hubiera un solo indicio de la existencia real de esos artefactos sino que no hubiera ningún otro texto a lo largo de 3000 años que recurriera a esos signos? En cuanto a las relaciones entre Seti y Ramsés, no tenían por qué haber sido conflictivas para que Ramsés se apropiara del templo de su antecesor. Si bien es de sobras conocido el procedimiento de damnatio memoriae para suprimir el nombre de algún gobernante caído en desgracia, este no es un caso de damnatio memoriae sino de reutilización de un espacio con una nueva inscripción afín al nuevo monarca.
Cordiales saludos,
Marcelo Campagno
Deja una respuesta