LA VERDAD SOBRE LA RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO : PROFESOR PIÑERO VS ERUDITOS CREYENTES (19)

Estimado Sr. Piñero

 

Vaya por delante que me considero agnóstico, pero convencido de que  las explicaciones de los historiadores agnósticos no me parecen de un rigor superior al de los historiadores creyentes. Cada uno argumenta su negación o su afirmación apoyada en suposiciones.

 

Creo que usted tiene amplios conocimientos del israel del siglo I , pero inconscientemente, los utiliza para deslegitimar históricamente fenómenos que ya aprioristicamente ha sentenciado , como imposibles, antes de empezar. ¿Para que empezar un juicio del que ya sabemos el culpable?

 

Soy profesor de historia hace más de 41 años y aplico el método científico a cada faceta de la historia sea para imposible, o inverosímil, debo probar si inverosimilitud o callar.

 

Creo que debemos basarnos en los textos , en este caso de los evangelios y cartas de Pablo y no descartarlos a menos que se demuestre que mienten.

 

De modo que a priori, no entiendo por que se deshace usted por ejemplo de la figura de José de Arimatea sin prueba alguna de que no fuera un seguidor secreto con sepulcro. Sobre el enterramiento de Jesús y José de Arimatea prefiere quedarse con «Hechos», un solo texto que además fue escrito por el propio Lucas quien en su Evangelio original ya nos está completando a Hechos) y deshechar los 4 evangelios Canónicos , sin ningún argumento.

 

Yo le rogaría que demuestre que José de Arimatea no era seguidor de Jesús y no tenía un sepulcro. Demuestrelo por favor.

 

En segundo lugar, según los evangelios las que estaban frente a la cruz bien sea lejos como apuntan Marcos, Mateo o Lucas o bien a los pies de la cruz como apunta Juan, eran exclusivamente MUJERES y esto siempre me ha suscitado una pregunta que es  ¿Solamente creyeron a Jesús y fueron receptivas al mensaje de Jesús las mujeres?

 

 

 

Y en tercer lugar hace poco le leí que no está de acuerdo con el administrador del foro respecto de que los evangelistas construyeron los evangelios después de producirse la resurrección, porque durante la vida no habían tenido muy en cuenta o había pasado inadvertida la trayectoria de Jesús y cuando se dan cuenta que si ha resucitado, es cuando se empieza a rellenar los huecos que nadie se acordaba , con tradiciones y experiencias judías.

 

Pero yo le he leído a usted que si que escribieron parte de los Evangelios después de la supuesta resurrección y como ejemplo ponía usted a Marcos 8, 9 y 10 y añadía usted que es más lógico pensar que las lagunas que pudieran existir en la vida de Jesús se rellenasen con tradiciones judías propias de la época y del lugar entonces escribió,¿  construyeron pues la historia después de esa supuesta Resurrección o no?

 

 

 

Y por cuarto y último lugar, usted sostiene que los primeros cristianos estaban convencidos de que Jesús había resucitado realmente y a la misma vez dice que no mintieron. Pues alguien tuvo que mentir si la resurrección es falsa y en este caso, me gustaría que nos dijera quien a su juicio fue el que mintió y qué pruebas tiene de que mintiera.

 

 

 

Un saludo muy cordial.

 

 

 

Dr. David Fernández Maeso»

 

 

RESPUESTA:

 

Estimado Dr. Fernández Maeso:

Vaya por delante mi estima por su decisión de considerarse agnóstico, por su meritoria labor de profesor de historia (“maestra de la vida”) durante 41 años y por “aplicar el método científico”.

 

Ya ha leído como he encabezado yo mi respuesta con el título de Doctor. De ningún modo creo que usted ignore que nadie puede ser catedrático de universidad sin ser doctor. Así que, yo no soy “Sr. Piñero”, sino como usted ha formulado legítimamente para usted mismo, “Dr. Piñero”.

 

En tercer lugar su pregunta sobre la resurrección de Jesús es la TRIGÉSIMO PRIMERA pregunta sobre este tema a las que he respondido larga y minuciosamente con todo tipo de argumentos (creo que me dejo alguna).

 

Espero usted esté de acuerdo conmigo que ningún catedrático de la Complutense, ninguno de mis colegas, habría tenido la inmensa paciencia de responder con todo cuidado a 31 preguntas sobre el mismo tema, preguntas en las que se han repetido una y otra vez los mismos argumentos, a los que he respondido con gran solicitud enfocando mis argumentos desde todos los puntos de vista que me parecieron posibles. Por tanto, espero que la suya sea la última pregunta sobre el tema.

 

Y ahora voy al encabezamiento de su escrito:

 

Usted afirma, naturalmente con todo rigor histórico, con un rigor superior a las meras “suposiciones”, que yo “inconscientemente”,  utilizo los argumentos para “deslegitimar históricamente fenómenos que ya apriorísticamente he sentenciado”.

 

Así que usted, muy sabiamente ha sabido penetrar en mi inconsciente como el mejor de los psiquiatras o psicoanalistas. Admiro, pues, su sabiduría.

 

En segundo lugar afirma usted, con estupendos argumentos, que yo “sentencio apriorísticamente” los razonamientos de mis preguntantes como imposibles “antes de empezar” (¡¡“antes de empezar”!!). Y usted, sostiene, igualmente con admirables argumentos, que a mí no me ha merecido la pena “empezar un juicio (sobre la resurrección de Jesús), porque yo ya sabía a priori quién era el culpable”.

 

Estimado Doctor: sostengo que ni el mejor rétor de la historia habría comenzado sus preguntas con unos argumentos como los que usted sabiamente ha empleado. Es una de las mejores “captationes benevolentiae”) que he leído en toda mi vida, de modo que cautivado por su amabilidad y argumentos me decida a dialogar con usted. Sus benévolos juicios sobre mi actitud previa me incitan amablemente a responderle.

 

Le repito, en referencia a su preguntas sobre José de Arimatea, las versiones de los cuatro evangelios sobre el descendimiento de Jesús, debidamente comparadas una con otra (Marcos respecto a Juan, por ejemplo), sobre  mi opinión sobre la utilización del texto de Hechos de los apóstoles 13, 27-29, tan sagrado para los creyentes como el de los evangelios, sobre la función que los evangelistas mismos otorgan a las mujeres como encargadas de convencer a los varones reacios totalmente a creer en la resurrección de Jesús…¡¡Después de que por tres veces  lo había predicho el Maestro!! (Mc 8,0-31; 9,30.31; 10,30ss), un maestro que ellos debieron de considerar un torpe y equivocado profeta, pues no fue capaz de convencerlos para que no huyeran como conejos ante un hecho ya previamente predicho por Él… ¡Tres veces!

 

Creo que usted sabe que tanto en crítica textual como en crítico histórico-literaria la versión más difícil es la preferible (aquí la de Hechos; además las versiones de os evangelios sobre el descendimiento van aumentando hasta llegar a lo inverosímil en el Evangelio de Juan), ya que el paso de lo difícil a una aclaración más fácil es normal…, pero no al revés.

 

Creo que nunca he sostenido que los discípulos “construyeron  la historia después de una supuesta Resurrección  con datos de la “atmósfera religiosa judía de la época”, es decir, que yo estoy suponiendo que los discípulos se la inventaron a base de datos de la época. Repito: Nunca he mantenido esa suposición.

 

Y finalmente jamás he mantenido que los discípulos mintieran. No lo creo posible, porque finamente, según la tradición, se lanzaron a predicar ardorosamente que Jesús había resucitado y al término de sus vidas murieron (según la misma tradición) como mártires, dando testimonio de su fe en a resurrección de Jesús.

 

Lo único que digo es que la resurrección de un personaje muy admirado entra dentro de los parámetros de posibilidad en el mundo antiguo y que los discípulos de Jesús se convencieron poco a poco de que las mujeres tenían razón y de que ellas, y otros, habían tenido apariciones (explíquense como se expliquen desde el punto de vista psiquiátrico; en ese ámbito no me meto) de un Jesús al que llamaron “El Viviente”.

 

Como le digo he escrito 31 respuestas.  ¡31 respuestas! A veces muy largas. ¿Y usted me pide que repita y refuerce mis argumentos…? Lo siento mucho. Tengo un inmenso trabajo.

 

Así pues, no estoy dispuesto a ello. Le ruego amablemente, querido Doctor, que lea usted las 31 preguntas y medite sobre lo que yo he respondido ya.

 

Y si no le convencen mis respuestas…. Pues… ¡No pasa nada!

 

Cada uno ha expuesto educadamente, en la mayoría de los casos, sus argumentos y cada uno al parecer se mantiene en su casilla de salida. ¡No pasa nada! Es normal en temas controvertidos.

 

Pero no se me ocurre pensar de Usted que tiene juicios a priori sobre la adecuada respuesta a las cuestiones sobre la resurrección de Jesús que no planteo yo, ni mucho menos, sino el cuidadoso análisis de los textos que dan fe de esa resurrección. Lea usted, por favor, la historia de la investigación.

 

Saludos cordiales de Antonio Piñero

Universidad Complutense de Madrid

PD

Quisiera añadir una aclaración, si se me permite, a la Pregunta nº 31.

¿Qué es una “captatio benevolentiae”?

En un discurso de la antigüedad grecorromana un orador, que dirige su discurso a un juez, a un político, un ciudadano rico, o a un monarca, o a una ciudad entera iniciaba su parlamento proclamando las virtudes, méritos y excelencias de la persona o institución a la que iba dirigido el discurso. No se podía empezar ese discurso poniendo de relieve la indignidad o defectos de la persona o institución a la que iba dirigido el tal discurso.

Por ello me parece que la captatio benevolentiae de la pregunta 31 es especialmente desafortunada cuando se critica al preguntado rebajando su titulación, o calificándolo como un historiador carente de un rigor superior a las meras “suposiciones”, o afirmando que  “inconscientemente”,  utiliza los argumentos para “deslegitimar históricamente fenómenos que ya apriorísticamente he sentenciado como inválidos”.

 

 

::::::::::::::::

Estimado Dr.Piñero.

1) Hechos es también de Lucas y Lucas ya en su evangelio habla del sepulcro y de Arimatea.¿Donde está la polémica?Si Bermejo en un texto y en otro obvia ese argumento ¿Pone usted a Bermejo contra Bermejo?
Pero por si fuera poco ,Dr.Piñero, su ponemos a Hechos por encima de los 4 evangelios cuando queremos (Sepulcro) y al siguiente caso ponemos a los 4 evangelios por encima de Hechos , no mantenemos coherencia y se deshace el rigor.

2)Volvemos al reino de la contradicción.
Si la versión más difícil es la preferible , sin duda la incomprensible resurrección individual que Marcos no entiende ,debe ser preferible, ¿O en este caso ya no Dr.Piñero?

3)Dice que los discípulos se fueron convenciendo poco a poco de la historia (¿Inventada?) de las mujeres .
3.1)Le reto públicamente a qué aporte una sola prueba o texto de esta hipótesis de mujeres inventando algo y convenciendo a hombres .
3.2) Le reto públicamente que aporte pruebas o textos de cómo las mujeres convencieron a Pablo.

Saludos.

******************

Respecto al reto…
Cualquier historiador estimaría que en historia antigua ese reto es estúpido.

El proverbio dice: «Affirmantis est probare»

Yo no tengo que probar nada, sino el que afirma.

Saludos,

Antonio Piñero

**************

El problema estimado Dr.Piñero, es que, el que afirma que las mujeres inventaron una historia y que convencieron a los hombres es usted. Sin pruebas . Sin textos. «Affirmantis est probare» Doctor Piñero.

Unos cuantos miles de seguidores de este foro estamos esperando las pruebas que sostienen su afirmación de mujeres convenciendo a los discípulos y también convenciendo a Pablo.

 

Saludos.

***********

Estimado Dr.Piñero

1)  Hechos es también de Lucas y Lucas ya en su evangelio habla del sepulcro y de Arimatea.¿Donde está la polémica?Si Bermejo en un texto  y en otro obvia ese argumento ¿Pone usted a Bermejo contra Bermejo?

Pero por si fuera poco ,Dr.Piñero, su ponemos a Hechos por encima de los 4 evangelios cuando queremos (Sepulcro) y al siguiente caso ponemos a los 4 evangelios por encima de Hechos , no mantenemos coherencia y se deshace el rigor.

RESPUESTA:

Argumento detenidamente en «Los Libros del Nuevo Testamento» que Hechos no es obra de Lucas sino de un discípulo. Consulte, se lo ruego ese libro. Si no desea pagar en papel un libro de casi 1.700 páginas, tiene usted una versión electrónica de 29 euros, súper barata (al igual que el libro en papel comparando con precios europeos) y encontrará las contradicciones del supuesto “Lucas” que impiden una identidad de autor entre otros argumentos proporcionados por programas informáticos no solo de vocabulario sino ante todo de estilo.

2)Volvemos al reino de la contradicción.

Si la versión más difícil es la preferible, sin duda la incomprensible resurrección individual que Marcos no entiende, debe ser preferible, ¿O en este caso ya no Dr.Piñero?

RESPUESTA:

1) Está Usted comparando términos fuera del marco de la comparación. No era incomprensible la resurrección individual (también dicho por mí veinte veces: Mt 27,52. Sino que un mesías sufriera, muriera y tuviera que resucitar individualmente). Le ruego que piense lo que escribe al hablar del “reino de la contradicción”. No somos tan tontos los historiadores  no confesionales.

Yo estoy hablando de testimonios, y usted me ofrece el testimonio global de Marcos que escribe unos 40 años después de lo sucedido. No es comparable. No siempre hay que escoger lo más difícil. Depende de qué se trate.

Por poner un ejemplo exageradísimo de términos no comparables: más difícil sería escoger, y por tanto afirmar, que un burro vuela. Pero si yo argumentara eso estaría fuera de lugar utilizando  el argumento de lo más difícil, usted diría que estoy desvariando.

Estoy comparando dos versiones de un mismo hecho en dos textos sagrados de igual valor canónico: uno de los Evangelios (además de Mateo y de Lucas, es muy probable que Juan dependa también de Marcos) otro de  los Hechos de los Apóstoles.

De las dos versiones aquí sí que se debe escoger la más difícil (estamos dentro del marco de una comparación correcta): que a Jesús lo descendieron de la cruz las autoridades judías.

Según los Evangelios, José de Arimatea no era autoridad ninguna. Solo un presunto miembro del Consejo. Pero para salvar la noticia del Evangelio, he supuesto con otros investigadores que José de Arimatea podría pertenecer a otro “sanedrín”, el de enterradores de peregrinos fallecidos durante las fiestas (en un terreno)  y  también de bandidos y salteadores condenados (en otro terreno).

La diferencia es, pues sustancial.

3)Dice que los discípulos se fueron convenciendo poco a poco de la historia (¿Inventada?) de las  mujeres .

RESPUESTA:

Las mujeres no inventaron nada. Jamás he dicho eso. Estaban totalmente convencidas de que Jesús había resucitado. ¿Cómo se explica y cómo lo sintieron? No se dice. Entonces alguien tiene que recurrir a la historia de casos semejantes en esos tiempos de gentes convencidas de que se habían encontrado con un muerto resucitado. Lo cuenta Luciano de Samosata. En este momento no sé dónde. Quizás de Peregrino Proteo.

3.1) Le reto públicamente a qué aporte una sola prueba o texto de esta hipótesis de mujeres inventando algo y convenciendo a hombres .

RESPUESTA:

O yo no me he explicado bien o usted no me ha entendido. Cuando los textos no nos dicen algo o aspectos de un hecho o dice, no tenemos más remedio que decir: “No lo sé” o recurrir a hipótesis plausibles, en este caso dentro del ámbito de la psiquiatría. Pero son simplemente hipótesis. Su reto es imposible de plantear porque no hay textos.

Usted está situando en el ámbito de la historia algo que es sobrenatural, ámbito de la fe: una resurrección. Y yo he mantenido y mantengo que las pruebas de los Evangelios sobre la resurrección de Jesús (vea mis respuestas anteriores en las que cito las contradicciones e imposibilidades de las versiones tomando un texto de Javier Alonso) no son fiables en absoluto. Ningún juez aceptaría testimonios tan dispares y contradictorios. En ese caso si usted sigue afirmando que esos textos prueban la resurrección de Jesús, allá usted. En el ámbito de la historia, en el que usted sitúa la resurrección (en mi opinión indebidamente), esos testimonios tan contrarios y contradictorios no prueban absolutamente nada.

 

3.2) Le reto públicamente que aporte pruebas o textos de cómo las mujeres convencieron a Pablo.

RESPUESTA:

Por favor, piense bien lo que escribe. Nunca he escrito que Pablo fuera convencido por las mujeres. Es muy posible que Pablo no se convenciera  por el testimonio de las mujeres, sino por el testimonio global de sus perseguidos. Pero Pablo no dice ni una palabra al respecto. Por tanto, su reto está fuera de lugar.

Es más, Pablo afirma en Gálatas 1 que su “llamada” fue producto de una revelación divina. ¿Cómo pide usted que pruebe algo que no está absolutamente en los textos?

Saludos cordiales de Antonio Piñero

:::::

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *