PREGUNTA 307 Sobre la autenticidad del Evangelio de María Magdalena

PREGUNTA 307: ¿No le parece que el evangelio de Magdalena tiene que ser un evangelio fidedigno al dar ejemplo de valentía de María Magdalena, ante apóstoles asustados?

Tomas Redondo

RESPUESTA:

Siento decirle que solo el argumento de la valentía de una mujer, por muy significativa que tal fémina sea NO es garantía alguna de autenticidad. Hay que analizar el documento: su contenido; la probable fecha de composición; su tendencia teológica.
El análisis filológico histórico nos dice:
1 Este Evangelio es un caso aislado en los comentarios de otros autores eclesiásticos: No se conoce ningún otro escrito de la antigüedad con este título. Epifanio de Salamina (siglo IV) menciona dos escritos relacionados con María Magdalena: las Preguntas de María (Panarion “Caja de medicinas”] 26,8,1 2) y el Nacimiento de María (Panarion 26,12,1 4). El tratado copto titulado Pistis Sophia, conservado en la British Library, se inspira en las Preguntas de María, que es otro documento que nada tiene que ver con este.
2. El esquema del contenido del escrito / tratado es el siguiente:
(Prólogo. Reunión de Jesús con los apóstoles y María Magdalena después de la resurrección. Páginas 1 6, perdidas). Primera parte. Palabras de Jesús: La materia y el mundo; La materia y el pecado. Últimos preceptos de Jesús. Segunda parte. Palabras de María.Visión de María sobre la ascensión del alma. Epílogo: María Magdalena reveladora de Jesús.

3. El autor, desconocido totalmente se mueve literariamente en el ámbito de los evangelios canónicos y de las cartas paulinas. Su afirmación del lugar privilegiado de María Magdalena (Mariam en el texto copto) entre los receptores de la revelación gnóstica de Jesús se apoya en los textos canónicos (sobre todo Mc 16,9 y Jn, 11,19, referentes a las apariciones) y en la tradición que identificó a María la hermana de Lázaro con María Magdalena.

Los gnósticos, y en particular los valentinianos, hacen de la Magdalena la compañera (koinonós ) de Jesús (Evangelio de Felipe 59, 7 9), la más amada (Evangelio de Felipe 63,34 64,5; aquí en este Evangelio de María Magdalena 10,1 3) y la receptora de la cualidad de la “masculinidad” (así como suena: como símbolo de la perfección; y la feminidad como símbolo de lo incompleto, no perfecto) al igual que en el Evangelio de Tomás, Dicho 114).

La intención de los teólogos gnósticos es clara: contraponer a la autoridad de los apóstoles, y en particular de Pedro, la autoridad de otros personajes de la historia canónica, como María Magdalena y Santiago el hermano del Señor. Los gnostikoí de Hipólito de Roma hacen de Mariamme ( = María Magdalena) la portavoz de Santiago, el hermano del Señor (Refutación de todas las herejías V 7,1).

4. Detrás de todo esto lo que se observa es que el grupo gnóstico, que vive espiritualmente de revelaciones particulares, especialmente a mujeres, y que no quieren estar controlados por la autoridad de los obispos, pretende contraponer a las autoridades oficiales los personajes de su grupo gnóstico, en este caso María Magdalena (frente a Pedro, como príncipe de los apóstoles). Una cuestión de independencia y de lucha por el poder.

La doctrina tanto gnóstica como eclesiástica del Evangelio de María Magdalena es relativamente normal dentro de la indefinición en el dogma que hay en la iglesia cristiana antes del Concilio de Nicea. Simplemente este Evangelio reproduce el tema gnóstico de la revelaciones que hace Jesús a sus discípulos tras la resurrección por medio de apariciones y que tratan de temas de la teologçía gnóstica, en buena parte no bien vista por la teología oficial.


5. Así lo que revela Jesús en el Evangelio de María Magdalena es cómo hay que entender la materia y el pecado desde un punto de vista gnóstico, propio de esa rama del cristianismo del siglo II. Lo transcribo y ya verán cómo no lo entienden bien, porque es un tanto indefinido, por lo que es necesario un curso para comprender bien el gnosticismo:


Pedro le dijo: «Puesto que nos lo has explicado todo, explícanos también esto: ¿cuál es el pecado del mundo?». El Salvador dijo: «No hay pecado, sin embargo vosotros cometéis pecado cuando practicáis las obras de la naturaleza del adulterio denominada ‘pecado’. Por esto el bien vino entre vosotros, hacia lo que es propio de toda naturaleza, para restaurarla en | su raíz».

Prosiguió todavía y dijo: «Por esto enfermáis y morís, puesto que [practicáis lo que os extravía. Que quién pueda comprender] comprenda. [La materia engendró] una pasión carente de la semejanza (con lo divino), puesto que procedió de un acto contra natura. Entonces se produce un trastorno en todo el cuerpo. Por esto os dije: Estad en armonía (con la naturaleza), y si no estáis en armonía, sí que estáis en armonía ante las diversas semejanzas | de la naturaleza. Quién tenga oídos para escuchar, que escuche».

6. Una breve explicación que tomo de José Montserrat en su edición del evangelio de María Magdalena en la “Biblioteca de Nag Hammadi. Textos gnósticos, 5ª edic. de Edit Trotta, Madrid 2019, p. 133:


Jesús rechaza la noción de «pecado del mundo», entendiendo por mundo la naturaleza descrita en el párrafo anterior. En el mundo natural no hay pecado. El pecado es la acción del hombre en cuanto que pertenece a un estado que el texto denomina «naturaleza del adulterio». El adulterio es una metáfora aducida habitualmente para designar la caída del alma: Los antiguos sabios dieron al alma nombre de mujer, y es realmente una mujer según su naturaleza. El alma tiene su propia matriz. Mientras estaba sola con el Padre era virgen y tenía figura andrógina. Pero cuando se precipitó en un cuerpo y accedió a esta vida mundana cayó en poder de muchos bandidos, personajes violentos que se la fueron pasando del uno al otro…. (Exégesis del Alma 127,22ss). La metáfora del adulterio también se aduce para expresar el ingreso del elemento espiritual en el cuerpo (cf. Evangelio de Felipe 61, 11 13 con 62, 18 26).
La doctrina que aquí expone Jesús coincide con la descripción del «hombre psíquico» (que solo tiene alma y cuerpo, pero no espíritu inmortal y consustancial con Dios: son los cristianos corrientes) según el valentiniano Ptolomeo: Hallándose en medio de lo espiritual y lo material, según por donde se inclina, por allí se desliza. Si se halla entre hombres materiales se hace material… (Ireneo, Contra las herejías I 6,1). Es obvio, por tanto, que nuestro autor no comparte la tesis de los gnósticos de verdad, los espirituales, no pueden pecar coincidiendo en este punto con la doctrina del Evangelio de Felipe.
7. Y ahora transcribo el final del Evangelio de María Magdalena (escrito Mariam) que da origen al comentario de T. Redondo:

Después de decir todo esto, Mariam permaneció en silencio, dado que el Salvador había hablado con ella hasta aquí. | Entonces, Andrés habló y dijo a los hermanos: «Decid lo que os parece acerca de lo que ha dicho. Yo, por mi parte, no creo que el Salvador haya dicho estas cosas. Estas doctrinas son bien extrañas». Pedro respondió hablando de los mismos temas y les interrogó acerca del Salvador: «¿Ha hablado con una mujer sin que | lo sepamos, y no manifiestamente, de modo que todos debamos volvernos y escucharla? ¿Es que la ha preferido a nosotros.

Entonces Mariam se echó a llorar y dijo a Pedro: «Pedro, hermano mío, ¿qué piensas? ¿Supones acaso que yo he reflexionado estas cosas por mí misma o que miento respecto al Salvador?

Entonces Leví habló y dijo a Pedro: «Pedro, siempre fuiste impulsivo. Ahora te veo ejercitándote contra una mujer como si fuera un | adversario. Sin embargo, si el Salvador la hizo digna, ¿quién eres tú para rechazarla? Bien cierto es que el Salvador la conoce perfectamente; por esto la amó más que a nosotros. Más bien, pues, avergoncémonos y revistámonos del hombre perfecto, partamos tal como nos lo ordenó y prediquemos el evangelio, sin establecer | otro precepto ni otra ley fuera de lo que dijo el Salvador».

Luego que [Leví hubo dicho estas palabras], se pusieron en camino para anunciar y predicar.

Así que el tema del Evangelio tiene poco que ver con la naturaleza de Jesús, el revelador y más con lo que revela, la naturaleza de la materia y el pecado, entendidas desde el punto de vista gnóstico, y mucho que ver con la defensa de sus revelaciones por parte del grupo gnóstico ante la autoridades de la Iglesia oficial. Nada más.

Nada hay en el Evangelio de María Magdalena que apunte a un escrito auténtico del tiempo de Jesús, de la personalidad real de María Magdalena y que nos ayude a reconstruir la figura del Jesús histórico. Es un texto probablemente de mediados del siglo II y refleja una mentalidad gnóstica que en muchos aspectos choca teológicamente con la mentalidad cristiana normal de ese siglo.

En síntesis: No veo la autenticidad del documento, el Evangelio de María Magdalena por ningún sitio.

Saludos cordiales de Antonio Piñero

El Evangelio de María Magdalena

Véase Wikipedia

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